Versión parafraseada con tono ambientalista e informativo imparcial:
En respuesta a la creciente tendencia en redes sociales de mantener tlacuaches como mascotas, especialistas en fauna silvestre advierten sobre los riesgos ambientales y éticos de esta práctica. Estos marsupiales, conocidos en algunas regiones como zorros, cumplen un papel esencial en los ecosistemas al actuar como controladores naturales de plagas, llegando a consumir hasta 100 garrapatas por día.
Eugenia Poblete, cofundadora de la fundación Tlacuachitlán en Cancún, señala que mantener a estos animales fuera de su entorno natural puede afectar gravemente su salud y comprometer su función ecológica. “Sus necesidades específicas, especialmente en alimentación, no pueden ser replicadas en un entorno doméstico”, comentó.
Durante la temporada de reproducción, entre febrero y septiembre, es común que los tlacuaches se desplacen por áreas urbanas en busca de alimento, lo que incrementa su exposición a riesgos como ataques o intentos de captura. Muchas veces, las crías quedan huérfanas, lo que reduce sus posibilidades de sobrevivir sin intervención especializada.
Desde Tlacuachitlán se hace un llamado a la población a evitar su captura, domesticación o comercialización. Aunque estos animales puedan parecer inofensivos o adorables, su bienestar depende del respeto a su hábitat y su ciclo natural.
Las autoridades y organizaciones ambientales recomiendan reportar a los tlacuaches en situación vulnerable a centros de rescate autorizados, reiterando que la convivencia con la fauna debe centrarse en la protección y no en la apropiación. Mantener el equilibrio ecológico implica también aprender a coexistir con las especies silvestres que comparten nuestro entorno.