Quintana Roo, reconocido mundialmente por sus destinos de ensueño como Cancún, Playa del Carmen, Cozumel y Tulum, no solo es un paraíso turístico, sino también un ejemplo de cómo la colaboración entre el sector turismo y el comercio puede detonar un crecimiento económico sostenido y estratégico.
Turismo que alimenta al comercio local
El turismo representa más del 85% de la actividad económica del estado. Pero más allá del sol y la playa, la experiencia del visitante se amplía con la oferta comercial que se ha consolidado en la región. Desde boutiques de lujo en la Zona Hotelera de Cancún, hasta mercados artesanales en Tulum y experiencias gastronómicas en Playa del Carmen, el comercio se ha adaptado para responder a las exigencias de un turista cada vez más diverso.
Este dinamismo ha favorecido alianzas clave: hoteles que promueven productos locales, touroperadores que integran visitas a mercados artesanales, y comercios que adoptan prácticas sostenibles para alinearse con la visión eco-turística del Caribe mexicano.
Casos de éxito: integración empresarial
Empresas como La Europea, Chedraui Selecto y Luxury Avenue han sabido integrarse a la cadena de valor del turismo ofreciendo experiencias premium al visitante. Al mismo tiempo, emprendedores locales como diseñadores, artistas y productores gourmet han encontrado canales de comercialización gracias al turismo, ya sea a través de ferias, puntos de venta en hoteles o colaboraciones con influencers de viaje.
La apertura del Tren Maya y el crecimiento del Aeropuerto Internacional de Tulum también están impulsando nuevas oportunidades para el comercio regional, facilitando el acceso a nuevos mercados y atrayendo a un turismo cultural y de aventura que valora el producto local.
Una alianza con futuro
La clave de esta alianza está en la visión compartida: tanto el turismo como el comercio en Quintana Roo entienden que el valor está en crear experiencias integrales. Cuando el visitante encuentra calidad, identidad y servicio en cada punto de contacto —desde el transporte hasta una tienda de artesanías—, se fortalece no solo el destino, sino toda la economía local.
Hoy más que nunca, Quintana Roo es ejemplo de cómo la colaboración entre sectores puede marcar la diferencia. Con una planeación adecuada, innovación y compromiso social, el turismo y el comercio seguirán siendo los pilares del desarrollo en la región.
