Turismo en Quintana Roo: una puerta de empleo para migrantes deportados

by Editorial

El crecimiento acelerado del sector turístico en Quintana Roo ha generado una alta demanda de personal capacitado para atender a millones de visitantes de todo el mundo. En este contexto, el dominio del idioma inglés ha dejado de ser un valor agregado para convertirse en un requisito esencial para quienes desean integrarse exitosamente a esta industria.

Con una oferta hotelera que supera las 150,000 habitaciones y destinos como Cancún, Playa del Carmen, Cozumel y Tulum posicionados entre los más visitados a nivel internacional, la necesidad de contar con trabajadores que puedan comunicarse de forma efectiva con turistas extranjeros se ha convertido en una prioridad para el sector.

Más turismo global

En un entorno multicultural como el Caribe mexicano, el idioma inglés funge como el puente de comunicación más utilizado entre prestadores de servicios y visitantes de diversas nacionalidades. Ya no se trata únicamente de atender a turistas provenientes de Estados Unidos o Canadá, sino también a viajeros europeos, asiáticos y sudamericanos, quienes frecuentemente utilizan el inglés como segunda lengua.

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Desde recepcionistas de hotel hasta guías turísticos, meseros, conductores de transporte turístico y personal de entretenimiento, el manejo del inglés marca la diferencia entre brindar un servicio básico o una experiencia verdaderamente memorable. Además, influye directamente en la posibilidad de recibir mejores propinas, obtener ascensos y acceder a empleos mejor remunerados dentro de la industria.

Migrantes deportados: una fuerza laboral con experiencia y habilidades clave

En este escenario, el regreso de migrantes mexicanos desde Estados Unidos representa una oportunidad única para cerrar la brecha laboral existente en el sector. Muchos de estos migrantes han vivido durante años en contextos angloparlantes, desarrollando no solo fluidez en el idioma, sino también experiencia en áreas como atención al cliente, gastronomía, mantenimiento, limpieza, ventas y administración.

Empresarios hoteleros en Quintana Roo han señalado que estos perfiles resultan especialmente valiosos, ya que cuentan con habilidades que difícilmente se encuentran reunidas en un mismo candidato. A diferencia de postulantes locales que pueden carecer del manejo del idioma o la experiencia en estándares internacionales de servicio, los migrantes retornados ofrecen una ventaja competitiva clara.

Estrategias para una integración laboral efectiva

Consciente de esta coyuntura, el Gobierno federal ha desarrollado programas como “México te abraza”, que buscan facilitar la reinserción laboral de migrantes deportados. A través del Servicio Nacional de Empleo, se realiza un diagnóstico de habilidades y se vincula a los migrantes con vacantes acordes a su experiencia. Quintana Roo, como uno de los estados con mayor actividad turística, se perfila como un receptor natural de este capital humano.

En paralelo, el sector privado ha comenzado a organizar ferias de empleo, como la realizada recientemente en Cancún, donde más de 30 empresas ofrecieron más de 1,500 vacantes. Las empresas han mostrado disposición a recibir talento migrante, siempre que se cuente con procesos de integración y capacitación adecuados para facilitar su adaptación a las dinámicas locales.

Una solución para un déficit laboral creciente

El déficit de personal en zonas como la Riviera Maya es una realidad que afecta directamente la operación de hoteles y restaurantes. Con una escasez estimada entre el 30% y 40% del personal requerido, algunos establecimientos han tenido que reducir horarios, cerrar temporalmente ciertas áreas o aumentar la carga laboral del personal actual.

Incorporar a migrantes con dominio del inglés no solo puede solucionar esta carencia, sino también elevar la calidad del servicio ofrecido, posicionando al destino en un estándar aún más alto frente a sus competidores internacionales.

Educación y formación continua: una necesidad compartida

Si bien los migrantes retornados tienen habilidades valiosas, es fundamental complementar su experiencia con capacitación local que les permita comprender el contexto turístico del país, las normativas laborales y las particularidades del trato al cliente en destinos como Cancún o Tulum.

Del mismo modo, se vuelve urgente implementar programas de enseñanza del inglés para los trabajadores locales que desean ingresar o ascender dentro del sector. No se trata solo de atraer talento calificado del extranjero, sino también de invertir en el crecimiento de la fuerza laboral regional para que más mexiquenses accedan a mejores oportunidades.

La expansión del turismo en Quintana Roo no puede sostenerse sin una fuerza laboral sólida, capacitada y, sobre todo, capaz de comunicarse con el mundo. El dominio del inglés ya no es un lujo, sino una herramienta indispensable que multiplica las oportunidades para quienes lo manejan.

En este contexto, los migrantes deportados de Estados Unidos representan un recurso estratégico para atender la demanda del sector. Su integración laboral puede convertirse en una historia de reinvención y resiliencia, pero también en una pieza clave para el desarrollo económico sostenible del Caribe mexicano.

Apostar por el talento bilingüe es, en definitiva, apostar por un turismo más competitivo, inclusivo y preparado para los retos del presente y del futuro.

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