Aunque Quintana Roo es ampliamente conocido por su sector turístico y hotelero, el mercado inmobiliario corporativo ha comenzado a tomar relevancia en los últimos años, impulsado por el crecimiento empresarial, la digitalización y la llegada de nuevas formas de trabajo. Oficinas, coworkings y espacios flexibles se han convertido en parte de una transformación silenciosa que acompaña el desarrollo económico de la región.
Un cambio en la demanda
Las empresas que operan en el Caribe mexicano —particularmente en ciudades como Cancún, Playa del Carmen y Tulum— han empezado a demandar espacios que se adapten a nuevas necesidades: oficinas equipadas, conectividad eficiente, ubicaciones estratégicas y flexibilidad en los contratos. Este cambio ha sido impulsado tanto por negocios locales como por firmas nacionales e internacionales que buscan establecer operaciones cerca de los centros turísticos, logísticos y comerciales de la región.
El auge del coworking y espacios híbridos
El modelo de trabajo híbrido y el auge del emprendimiento han llevado a una mayor popularidad de los coworkings. Estos espacios, diseñados para la colaboración, la flexibilidad y el ahorro de costos, han proliferado en Cancún y Playa del Carmen, atrayendo desde freelancers hasta startups tecnológicas y representantes de grandes empresas que buscan presencia regional sin asumir los costos fijos de una oficina tradicional.
El coworking también ha sido clave para los nómadas digitales, quienes requieren espacios cómodos y bien ubicados con acceso a servicios y comunidad. Esto ha generado un nuevo segmento de clientes que mezcla lo turístico con lo corporativo.
Infraestructura en crecimiento
En respuesta a esta tendencia, desarrolladores inmobiliarios están comenzando a incluir componentes corporativos en sus proyectos mixtos. Edificios de usos múltiples que combinan vivienda, oficinas y áreas comerciales ya están presentes en Cancún, y algunos proyectos similares han comenzado en Playa del Carmen y Chetumal.
Este tipo de infraestructura no solo responde a la demanda empresarial, sino que también impulsa el ordenamiento urbano y el desarrollo económico sostenible.
Retos del sector
A pesar de su crecimiento, el mercado inmobiliario corporativo en Quintana Roo enfrenta desafíos. La escasez de terrenos bien conectados, los altos costos de construcción, la falta de incentivos fiscales y la limitada oferta de edificios clase A dificultan el despegue a gran escala del segmento.
Además, existe una brecha entre la calidad de los servicios que requieren las empresas y lo que algunos desarrollos ofrecen, particularmente en lo relacionado con conectividad, eficiencia energética y sostenibilidad.
Oportunidades a futuro
El crecimiento de sectores como el turismo de negocios, la tecnología, la salud y la logística presenta una oportunidad para expandir el mercado corporativo. Con políticas públicas adecuadas, alianzas con el sector privado y una planificación estratégica, Quintana Roo puede diversificar su base económica y consolidarse también como un destino atractivo para operaciones corporativas.
La combinación de calidad de vida, conectividad aérea y crecimiento urbano hace que la región tenga un potencial interesante para inversionistas y empresas que buscan nuevos polos de desarrollo fuera de los grandes centros urbanos tradicionales.