La reforma aprobada al artículo 60 Bis de la Ley General de Vida Silvestre ha encendido las alarmas en Quintana Roo, donde se concentra la mayoría de los delfinarios del país. La Asociación Mexicana de Hábitats para la Interacción y Protección de Mamíferos Marinos (AMHMAR) señaló que no se prevé el cierre inmediato de estos centros.
El organismo aclaró que los mamíferos marinos registrados podrán vivir el resto de su vida en sus hábitats actuales, respetando su bienestar y vínculos sociales. No obstante, alertó que frenar la reproducción sin fines de conservación es contraproducente y puede generar consecuencias negativas en su cuidado.
Desde la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo se trabaja en una ruta jurídica y técnica para enfrentar la situación. El objetivo es atender la inminente prohibición de los delfinarios y garantizar que los protocolos se ajusten a criterios científicos y de bienestar animal.
La AMHMAR urgió a definir protocolos claros sobre el manejo y control reproductivo de estos mamíferos. Subrayó la necesidad de que las decisiones se basen en ciencia y participación experta, y no únicamente en discursos emocionales o agendas políticas externas.
Por su parte, la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) advirtió que la reforma podría condenar a muerte a más de 600 mamíferos marinos bajo cuidado humano. Recordó que el 60% de estos animales fueron rescatados de situaciones de riesgo en vida silvestre.
De aplicarse la reforma, se perderían espacios para atender animales lesionados o huérfanos, además de oportunidades de investigación y formación de especialistas. Esto, señalaron, impactará de manera negativa la conservación de especies y los ecosistemas marinos que ya enfrentan graves amenazas.
Consulta el artículo completo en https://issuu.com/mundoeje/docs/mundo_ejecutivo_quintana_roo_03_julio_2025