Durante los primeros cuatro meses del año, Quintana Roo ha logrado superar ampliamente su meta de generación de empleo formal. Con más de 16,200 nuevos puestos de trabajo registrados, el estado no solo duplicó su objetivo inicial de 7,000 empleos, sino que también evidenció un fortalecimiento sostenido de su economía.
Este crecimiento se ha visto reflejado en una notable disminución de la pobreza laboral, la cual pasó del 23.3% al 20.1% en el último año. Esta reducción coloca a Quintana Roo por debajo de la media nacional, lo que representa un avance significativo en la mejora de las condiciones laborales y el poder adquisitivo de la población.
El motor principal de este crecimiento ha sido el sector terciario, que agrupa actividades como comercio, turismo y servicios. En particular, los restaurantes y el alojamiento concentran cerca del 23% de los empleos en el estado, con un crecimiento aproximado de 8,000 nuevos trabajadores en el último año.
Además, la industria de la construcción ha tenido un impulso destacado, pasando de 86,000 a 117,000 trabajadores. Este repunte se debe en gran parte a la inversión en obras de infraestructura federal y nuevos desarrollos hoteleros que continúan posicionando a la entidad como un destino estratégico para la inversión.
Sin embargo, no todos los sectores han presentado incrementos. Áreas como los servicios profesionales, financieros y corporativos, así como el transporte y almacenamiento, han reportado ligeras caídas en su plantilla laboral.
Pese a ello, Quintana Roo mantiene su liderazgo en generación de empleo en el país, con indicadores que apuntan hacia un cierre de año aún más prometedor. La combinación entre dinamismo turístico, inversión pública y crecimiento en servicios consolida al estado como una de las regiones más atractivas para trabajar y emprender en México.