Las zonas turísticas de Quintana Roo, como Cancún, Playa del Carmen y Tulum, no solo se caracterizan por su oferta hotelera y de entretenimiento, sino también por sus dinámicas particulares de consumo. El constante flujo de visitantes nacionales e internacionales, sumado al crecimiento de la población residente —incluyendo nómadas digitales y migrantes internos—, ha generado una economía mixta con hábitos de compra diferenciados.
¿Qué consumen los turistas?
Los turistas, en su mayoría, realizan compras impulsivas, orientadas al disfrute inmediato y al recuerdo de su experiencia:
1. Servicios de entretenimiento y experiencias
Excursiones, tours acuáticos, actividades en parques temáticos, spas, experiencias gastronómicas y espectáculos culturales son algunas de las principales compras.
2. Souvenirs y artesanías
Ropa típica, productos con identidad local, joyería artesanal y artículos de playa representan compras habituales, con preferencia por lo exótico o exclusivo.
3. Comidas y bebidas premium
Los turistas suelen gastar más en restaurantes de autor, bares de alta gama o productos gourmet, motivados por la búsqueda de experiencias nuevas.
4. Compras de conveniencia
Desde protector solar hasta medicamentos o productos básicos para sus estancias, estos artículos son parte del consumo diario, especialmente en zonas hoteleras o cercanas a la playa.
¿Qué compran los residentes?
Por su parte, los residentes tienen un patrón de consumo más enfocado en la funcionalidad, el ahorro y la estabilidad:
1. Supermercados y tiendas mayoristas
La compra en volumen, promociones, y el enfoque en productos básicos o marcas propias dominan las decisiones de los consumidores locales.
2. Educación, salud y servicios personales
Gimnasios, clínicas, escuelas privadas, cursos y formación online muestran un crecimiento constante, especialmente entre profesionales y trabajadores del sector turístico.
3. Tecnología y hogar
El crecimiento del comercio electrónico ha impulsado la compra de electrodomésticos, celulares, muebles y mejoras para el hogar, reflejando un perfil de consumidor que se estabiliza en la región.
4. Movilidad
Los residentes invierten en transporte: desde motocicletas o bicicletas eléctricas, hasta autos de bajo consumo y servicios de movilidad compartida.
Convergencias y oportunidades
Ambos perfiles coinciden en ciertos rubros, como el interés por productos ecológicos, opciones de pago digital, y una preferencia creciente por marcas socialmente responsables. Además, el auge de plazas comerciales mixtas y mercados artesanales ofrece espacios donde turistas y residentes conviven y consumen de manera paralela.
Un mercado en transformación
La coexistencia de estos dos perfiles —el temporal del turista y el permanente del residente— ha obligado a los comercios a diversificar su oferta, adaptarse en horarios, idiomas, precios y servicios. Esta fusión ha convertido a Quintana Roo en un laboratorio de consumo turístico-global, en el que las marcas deben ser flexibles, empáticas y culturalmente inteligentes.