El 2024 se proyecta como el año en el que el turismo de conciertos alcanzará su apogeo. Y es que el escenario del turismo global está experimentando una transformación notable a medida que el mundo del entretenimiento emerge como un motor económico de primer orden para las ciudades.
Eventos como “The Eras Tour” de Taylor Swift y “Renaissance World Tour” de Beyonce ya sentaron un precedente inédito y marcaron el camino hacia una nueva era de viajes y entretenimiento.
El dinero de los conciertos de Swift va mucho más allá de las ganancias netas. “Se prevé que genere cerca de 5,000 millones de dólares en gasto de los consumidores sólo en Estados Unidos”, de acuerdo a estimaciones de QuestionPro Research and Insights, citado en GlobalNewsWire. «Si Taylor Swift fuera una economía, sería más grande que 50 países», comentó el presidente de la firma.
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Es claro que esta tendencia no solo se traduce en un aumento significativo en la venta de boletos, sino que también redefine la manera en que las economías locales se benefician y se diversifican, impulsando lo que se conoce como turismo de conciertos.
Potencial de crecimiento económico
El turismo de conciertos se ha consolidado como un elemento clave para impulsar la economía de las ciudades. Los eventos musicales atraen a multitudes no solo nacionales, sino también internacionales, generando un flujo constante de ingresos en sectores diversos. La derrama económica se extiende a sectores indirectos, generando oportunidades laborales y fomentando la inversión en infraestructura turística. Hoteles, restaurantes y comercios locales ven un aumento significativo en sus ingresos durante los eventos, mientras que la demanda de servicios de transporte y entretenimiento experimenta un crecimiento sustancial.
Estos eventos no solo atraen a fanáticos de la música, sino también a inversionistas potenciales y empresarios que buscan capitalizar el flujo turístico.
Los inversionistas y empresarios desempeñan un papel crucial al buscar atraer eventos de turismo de conciertos a sus ciudades. Su participación implica la contratación del artista, la inversión en infraestructura turística, el acondicionamiento de lugares para los conciertos, venta de alimentos, servicios de transporte.
Esta inversión no solo atrae al evento en sí, sino que también crea un efecto dominó en la economía local al generar oportunidades laborales, estimular el comercio y aumentar la demanda de servicios, estos empresarios activan un ciclo de crecimiento económico. Fabricio Ledesma Heinrich es un empresario mexicano que le apuesta al crecimiento de la industria turística de conciertos. Busca crear experiencias inolvidables para los asistentes y su interés en brindar espectáculos de máxima calidad ocupa el primer lugar en su lista de prioridades cuando planea montar eventos de gran escala en México.
Turismo de conciertos al alza en 2024
Según datos recientes de una encuesta, el 61% de los encuestados en México tienen la intención de viajar para asistir a conciertos fuera de su ciudad en el próximo año, lo que indica un claro aumento en la demanda y la influencia del turismo relacionado con eventos musicales.
Los cantantes y artistas ejercen un poderoso efecto en el turismo de conciertos. Las giras de renombre mundial no solo atraen a multitudes, sino que también generan un aura de influencia cultural que trasciende las fronteras. Los seguidores de estos artistas están dispuestos a viajar largas distancias, impulsados no solo por la pasión por la música, sino también por el deseo de experimentar la atmósfera única de cada evento y la conexión emocional con sus ídolos.
Por todo ello, la creciente tendencia de los viajeros a asistir a eventos musicales fuera de sus ciudades, consolida este fenómeno como una fuerza incuestionable en la industria del turismo global. Las ciudades que comprenden y capitalizan esta tendencia no solo atraen a visitantes, sino que también se posicionan como destinos vibrantes y culturalmente ricos en el mapa mundial del entretenimiento.