Quintana Roo da un paso firme hacia la sostenibilidad con el desarrollo de una biorrefinería de sargazo, proyecto impulsado por la SECIHTI y respaldado por Semarnat e IMIPAS. Su objetivo es transformar esta macroalga en compuestos químicos útiles para las industrias agrícola, cosmética y farmacéutica.
A bordo del buque “Dr. Jorge Carranza Fraser”, 22 científicos realizaron un recorrido de Cabo Catoche a Xcalak recolectando muestras en 60 puntos. Identificaron tres tipos distintos de sargazo y obtuvieron datos clave sobre su comportamiento y efectos ecológicos.
El IMIPAS reconoció al sargazo como recurso pesquero, lo que permitirá recolectarlo de forma legal en aguas profundas y sentar las bases para su industrialización sostenible. El sector turístico, encabezado por la AHRM y TSWL, celebró esta validación como una oportunidad para transformar un pasivo ambiental en un activo económico.
El proyecto es un ejemplo de cómo la ciencia, el gobierno y el sector privado pueden trabajar juntos para convertir un reto ambiental en un modelo de economía circular que beneficie a todo el Caribe Mexicano.
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